Los toltecas escogieron Tula como su capital debido a su ubicación estratégica y su accesibilidad a los recursos naturales, lo que permitió el florecimiento de su civilización. Hoy en día, Tula es un sitio arqueológico de gran importancia que atrae a visitantes de todo el mundo que desean apreciar de cerca el legado de los toltecas. Los cuatro Atlantes de Tula son unas esculturas labradas en dura piedra basáltica y que alcanzan los 4,50 metros de altura. Y es que cada una de ellas tiene grabados elementos que se identifican con bravos guerreros toltecas. El recinto ofrece una visión detallada de la civilización tolteca a través de diversas salas de exhibición que recrean la antigua Tollan-Xicocotitlan. Entre las piezas destacadas se encuentran esculturas de piedra, cerámicas, estelas y ofrendas que representan a deidades como Quetzalcóatl y Tezcatlipoca.

Comparaciones con otras culturas mesoamericanas

Una de estas civilizaciones es la de los Atlantes de Tula, una cultura que floreció en lo que hoy conocemos como México durante el período Postclásico mesoamericano. Conocidos también como Toltecas, los Atlantes de Tula construyeron ciudades monumentales y desarrollaron técnicas avanzadas en la metalurgia, la escultura y la arquitectura. En este artículo, exploraremos la historia de esta fascinante civilización, desde su origen hasta su desaparición, pasando por sus mayores logros y su influencia en la cultura mexicana contemporánea. El Atlante de Tula es uno de los monumentos más emblemáticos de la antigua civilización tolteca, y su relevancia no solo radica en su valor arqueológico, sino también en su papel en el turismo y la conservación del patrimonio cultural de México. Este sitio, ubicado en el estado de Hidalgo, atrae a miles de visitantes anualmente, lo que plantea importantes consideraciones sobre la preservación y la gestión del turismo en la región. Las interpretaciones sobre el significado del Atlante de Tula se han visto enriquecidas por el trabajo de arqueólogos e historiadores que han estudiado la cultura tolteca y su contexto histórico.

La zona arqueológica de Tula reabrió sus puertas el 8 de noviembre de 2021 después de que la pandemia del COVID-19 causara su cierre así como la de otras zonas y museos en México. A pesar de su importancia histórica, los Atlantes de Tula han sido una cultura en gran parte olvidada. Sin embargo, en las últimas décadas ha habido un esfuerzo por parte del gobierno mexicano y organizaciones culturales para reconocer la importancia de los Toltecas y promover su estudio y preservación. Los niños estábamos ahí buscando estampitas para poder llenarlo y al mismo tiempo aprendiendo sobre nuestra historia de una manera divertida. Gracias a el, fue que tuve desde chiquilla una gran curiosidad de visitar los sitios arqueológicos de mi país y del mundo entero. Nos permite ponernos en contexto de lo que vamos a ver, la época en la que existió, porque desapareció la ciudad, etc.

Las piernas de la escultura, así como elpectoral en forma de mariposa, aún presenta pigmentos originales de color rojo. La combinación de esfuerzos en conservación y desarrollo turístico sostenible puede convertir al Atlante de Tula en un modelo de cómo los sitios arqueológicos pueden ser gestionados de manera que beneficien a las comunidades y a la preservación del patrimonio cultural. La educación en torno al Atlante de Tula no solo busca informar, sino también inspirar a las nuevas generaciones a valorar y preservar su patrimonio cultural.

Museo Nacional de San Carlos y su colección de arte europeo

La zona arqueológica de Tula es un testimonio imponente de la grandeza de la civilización tolteca. Este antiguo centro ceremonial y urbano, que floreció entre los siglos X y XII, es conocido por sus monumentales esculturas conocidas como los atlantes. Los atlantes de Tula son cuatro figuras antropomorfas EO travel ubicadas en la zona arqueológica de Tula, en el estado mexicano de Hidalgo. Los también llamados “gigantes de Tula” fueron construidos por los toltecas, una de las culturas más poderosas de la zona.

Los monumentales atlantes se encuentran en la parte superior del Templo de Tlahuizcalpantecutli o también llamado "Estrella de la Mañana" desde la cual se aprecia toda la plaza principal. Las estructuras semihumanas se caracterizan por su gran tamaño (una muestra de la destreza que tenían los toltecas para labrar piedras). El esplendor de la ciudad se ha fechado entre los años 900 y 1000 d.c; durante este tiempo, Tula tenía casi 16 km² de extensión, por lo que, la actual zona arqueológica, solo representa aproximadamente 12% de todo el territorio tolteca. En lo alto de una pirámide, bajo el sol del altiplano hidalguense, se alzan cuatro imponentes figuras de piedra que han despertado la curiosidad de viajeros, arqueólogos y amantes de la historia por generaciones.

  • Esta se encuentra ubicada en el municipio Tula de Allende, aproximadamente a 1.5 kilómetros al sur del centro de la ciudad.
  • Una vez en el lugar, los escultores comenzaban a esculpir la piedra en bruto, siguiendo un diseño preestablecido que reflejaba tanto la estética como la simbología de la cultura tolteca.
  • En su marcha hacia el sur, este grupo de exiliados fusionaron su cultura y tradiciones con los mayas y construyeron Chichén Itzá su nueva capital.
  • Los arqueólogos se sorprendieron al encontrar estas enormes figuras de piedra, que revelaron la complejidad y sofisticación de la cultura tolteca.
  • La infraestructura turística debe ser adecuada para manejar el flujo de visitantes sin comprometer la integridad del sitio arqueológico.
  • Estáelaborada en piedra de basalto de grano fino y representa a un guerreroricamente ataviado.

Un testimonio de la historia

“Podemos ver, por ejemplo, cómo el adoratorio está alineado con la escalera central de la pirámide, así como el principal juego de pelota del sitio”, comentó el especialista quien, además, explicó que dicha estructura tiene elementos parecidos a la de la Luna, en Teotihuacan. “La mayor similitud entre ambas estructuras piramidales radica en que la planta de ambos edificios tiene cinco cuerpos”. El esplendor de la  antigua ciudad quedó representado por los vestigios que, hoy en día, componen la zona arqueológica, como la pirámide B o Edificio de los Atlantes, el Palacio Quemado, el Altar Central, el Coatepantli o Muro de las Serpientes, los Juegos de Pelotas y el Tzompantli. Construcciones que guardan testimonio de la jerarquía que tuvo la ciudad en la época prehispánica. Esta emblemática pieza tolteca formó partede los pilares que sostenían la techumbre del templo superior de la Pirámide Bde Tula, Hidalgo.

Muchos habitantes del entorno de esta ciudad buscan asentarse en nuevos territorios propiciando el florecimiento de nuevas culturas mesoamericanas. Es decir, se distingue un pectoral en forma de mariposa, varios cuchillos, alguno en la mano y otros en los brazaletes, así como tienen un lanzadardos. Los Atlantes de Tula son una prueba monumental del cuantioso patrimonio arqueológico que atesora México. Se podría pensar que allí el pasado prehispánico solo se manifiesta con los grandes yacimientos de los mayas o los aztecas, ahora conocidos como mexicas.